12/10/16

"Los 28 hombres de Panfílov", la película que apoya el gobierno de Vladimir Putin que intenta reescribir la historia de Rusia durante la Segunda Guerra Mundial



"Los 28 hombres de Panfílov", la película que apoya el gobierno de Vladimir Putin que intenta reescribir la historia de Rusia durante la Segunda Guerra Mundial

La película muestra que los soldados invasores de Alemania superan en número a los miembros del Ejército Rojo. Pero estos combaten hasta el fin heroicamente.


bbc.com

La cinta ahora forma parte de la campaña del Kremlin para restaurar el orgullo ruso.

La televisión estatal mostró al presidente ruso Vladimir Putin mirando la película la semana pasada, al lado del presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, en Astana, la capital de este país en el centro de Asia.

El mensaje claro fue que Rusia y Kazajistán mantienen sus lazos de amistad de la era soviética, a pesar de las tensiones en otras partes de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética.

Pero la película en sí misma, "Los 28 hombres de Panfílov", está basada en un mito comunista.

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La película pinta un acto heroico de autosacrificio cerca de Moscú en noviembre de 1941.

Según la mitología soviética, 28 miembros de la 316 División de Fusileros del Ejército Rojo, principalmente reclutas de las repúblicas soviéticas de Kazajistán y Kirguistán, se mantuvieron inquebrantables ante el avance de la poderosa Wehmarcht de Hitler.

Los hombres, liderados por el mayor general Ivan Panfílov, murieron, pero antes de caer lograron destruir 18 tanques alemanes.

Los 28 fueron inmortalizados, condecorados póstumamente como Héroes de la Unión Soviética, y los niños soviéticos aprendieron sobre su última proeza en el colegio.


Falsa

Sin embargo, los historiadores afirman que la historia no es cierta.

Una investigación oficial soviética sobre el hecho, compilada en 1948, concluyó que la historia era "la invención" de un periodista del diario del Ejéricto Rojo Krasnaya Zvezda.

El recuento del reportero era una exageración y varios de los hombres sobrevivieron. Los resultados de la investigación fueron mantenidos en secreto.

Pero los temas de la historia hacen eco de la forma como el Kremlin ve el mundo, y el Estado auspició en parte la nueva película.

El Kremlin promueve la idea de que la Segunda Guerra Mundial fue una victoria heroica que unió al Estado soviético contra el fascismo, y aún hoy une a Rusia en contra de una amenaza similar que, dicen, está resurgiendo en Ucrania.

La URSS sufrió pérdidas enormes en la guerra, más de 20 millones de civiles y militares, aunque los investigadores disputan la cifra exacta.

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La película muestra a kazajos, rusos y otros combatiendo juntos para defender a la Madre Patria.

La Cancillería rusa tiene un concepto similar: "un mundo ruso" centrado en Moscú unido por un lenguaje común.

Cuando en junio del año pasado el director del Archivo Estatal Ruso Sergei Mironenko, citando documentos históricos dijo que la historia fue de hecho un mito, se ganó una fuerte reprimenda del ministro de Cultura Vladimir Medinsky.

Mironenko fue retirado de su cargo como jefe del archivo en marzo de este año.

En febrero de 2013, el presidente Putin ordenó un programa único de historia para los colegios que ofreciera una narrativa estandarizada.

El año pasado también fue lanzado un nuevo canal estatal de TV, "Historia".

Los simpatizantes del programa "canónico" de historia de Putin aseguran que éste es necesario para mantener unido a un Estado tan grande.


Versión oficial

Pero los críticos afirman que es in intento de imponer una versión oficial del pasado.

Putin y otros funcionarios han hablado repetidamente sobre la necesidad de contrarrestar "la falsificación de la historia" o "rescribir la historia".

Se oponen a las interpretaciones de la Segunda Guerra Mundial y otros episodios de la historia soviética que se desvían de las narrativas oficialmente aprobadas.

El padre de Putin resultó seriamente herido siendo soldado del frente de Leningrado.

Medinsky, el ministro de Cultura, defendió "Los 28 hombres de Panfílov" diciendo que "incluso si esta historia fue inventada desde el principio hasta el final, si Panfílov no hubiera existido, si no hubiera habido nada, esta es una leyenda sagrada que no debe tocarse".

"La gente que haga eso es una escoria asquerosa", expresó.

No es la primera vez que funcionarios rusos sugieren que algunos capítulos de la historia rusa son sagrados.

En enero de 2014, la cadena independiente liberal de TV Dozhd fue blanco de ataques.

Fue acusada de manchar la memoria de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial al preguntar si durante la guerral los residentes de Leningrado podrían haberse salvado si la ciudad se hubiera rendido ante las fuerzas nazis.

La discusión pública sobre la historia de la Segunda Guerra también se ha visto frenada por una controvertida ley de 2014 contra la rehabilitación del nazismo.

Bajo esta ley, Vladimir Luzgin, un bloguero de la región de Perm en los Urales, recibió una multa de US$3.200 por republicar un artículo sobre la guerra en la red social rusa VK (VKontakte), según informó el diario Kommersant en julio.

La corte dictaminó que Luzgin publicó un artículo con conocimiento de una información falsa sobre una invasión conjunta de Polonia por las fuerzas alemanas y soviéticas el 1º de septiembre de 1939.

Según los fiscales, Luzgin sabía que el texto podía infundir en mucha gente "una firme convicción sobre las acciones negativas de la URSS" en la guerra.

El tribunal declaró que Luzgin había falsificado la historia al establecer que "los comunistas y Alemania habían atacado conjuntamente a Polonia, desatando la Segunda Guerra Mundial, o en otras palabras, que el comunismo y el nazismo cooperaron de forma verdadera".

En septiembre, la Corte Suprema de Rusia dictaminó que el castigo de Luzgin estaba justificado.

La Alemania nazi y la URSS firmaron un pacto de no agresión en agosto de 1939, el Pacto Molotov-Ribbentrop.

En un protocolo secreto acordaron dividirse a Polonia entre ambos.

Las tropas nazis invadieron Polonia el 1º de septiembre y los soldados soviéticos, desde el este, el 17 de septiembre.

En otro incidente el año pasado, las autoridades de la región de Sverdlovsk prohibieron el trabajo de dos historiadores británicos, Antony Beevor y John Keegan, diciendo que estaban "impregnados" con propaganda nazi.

El diario Vedomosti describió la orden de retirar los libros de las bibliotecas públicas como "llena de tonterías, de principio a fin".

La película de Los 28 hombres de Panfílov, promovida por el Estado y que contó con la asistencia de Putin a una presentación preliminar, quizás se convierta en un éxito de taquilla cuando salga en noviembre.

Muchos rusos quizás no sabrán cómo el Estado ha adornado la historia de Panfílov, y a muchos otros quizás no les importe.

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