6/5/17

No hay película que indague este fenómeno

"No hay película que indague este fenómeno"

Mariano Cohn. Una cuestión de Estado. Uno de los directores de El ciudadano ilustre habló de Todo sobre el asado, film que se estrena mañana a las 22 por el canal Isat.


lmneuquen.com.-Analía Castro

Gastón Duprat y Mariano Cohn, creadores de El hombre de al lado y la multipremiada El ciudadano ilustre, vuelven revolucionar la pantalla con una propuesta que va al hueso de la idiosincrasia argenta. Mañana, a las 22, Isat emitirá en forma exclusiva Todo sobre el asado, el docuficción protagonizado por Carlos “el Negro” Álvarez que invita a indagar en una tradición culinaria que despierta pasiones y polémicas. “Es una obra audiovisual muy libre y desprejuiciada. Una de las lecturas puede ser que es feroz, irónica, pero hay gente que dice que le pareció tierna, conmovedora o épica”, señaló el realizador Mariano Cohn sobre la película que desmenuza el fenómeno cárnico a partir de las prácticas y los sentidos sociales que lo atraviesan, junto a los rituales, los mitos y las discusiones que se tejen en torno a él.

Luego de ser estrenada en festivales de cine de otros países, la realización se presentó hace dos semanas en el Bafici, con proyecciones en salas y una abierta en Plaza Francia ante unas 5000 personas. A partir de septiembre estará disponible en Netflix Internacional, mientras que en 2018 llegará a Netflix Latinoamérica.

¿Cómo surgió el proyecto?


Mientras preparábamos El ciudadano ilustre, que nos llevó como cinco años, hubo varias idas y vueltas, y como teníamos tiempo disponible dijimos ‘hagamos algo’. Hay un interés real sobre el tema, es como una cuestión de Estado sagrada que nadie se animó a tocar hasta el momento. No hay ninguna película que indague acerca de este fenómeno. Grabamos más de 50 horas durante tres años, viajando por todo el país. La película dura una hora y media, así que tuvimos que editar y descartar mucho material.

Abordan el fenómeno desde diversas aristas, sin esquivar la mirada crítica…

Buscamos tocar un tema convocante, después imprimirle una mirada que lo cuestione, lo renueve y lo ventile; que no sea solemne ni respetuosa y que a la vez pueda tener humor. Esas premisas fueron el motor para hacer una película culinaria que no sea un embole, siempre en complicidad con el público, la gente que aparece y el protagonista, que es el Negro Álvarez.

Justamente, ¿por qué lo eligieron como figura del film?


Se nos ocurrió convocarlo porque somos admiradores de sus cuentos, sus chistes y su trabajo como cómico. Coincidimos con él en la mirada ácida y filosa que tiene de la realidad cordobesa y argentina, que es casi poética. Tiene una lectura que le venía muy bien a la película. Él es como el guía o el host ideal para ir cociendo los temas diversos de este Frankenstein que construimos, por el conocimiento que tiene de asado, su humor y su voz, que tiene una música muy especial.

¿Cómo fue y es la relación con los personajes que aparecen en el film, teniendo en cuenta que se plantean cuestiones como el machismo o la matanza de animales?


Nosotros estamos muy acostumbrados a realizar obras audiovisuales con gente reconocida y común. En todos los casos tenemos una mirada ácida pero siempre desde adentro, incluyéndonos como parte de ese universo. Porque nos queda cómodo, para no impostar. Transitamos temas que nos son propios, nos vemos identificados también y lo hacemos en complicidad. Muchos de los que aparecen son amigos o nos hicimos amigos mientras filmábamos. Es imposible generar ese tipo de material si uno no está en complicidad con el entrevistado o la persona que está retratando.

Es un documental con muchos recursos estéticos y de ficción…

Si bien la película responde al género culinario, nosotros nos tomamos varias licencias. Es bastante experimental, tiene mucho de documental, de ficción y de nuestra obra. Si ves la película vas a asociar estilos y citas de El hombre de al lado, Yo presidente, Televisión abierta, Cupido en los silencios, y las cámaras que retratan a los personajes de manera distante y por momentos cercana. En realidad es un artefacto, una obra audiovisual muy libre y desprejuiciada que no se atiene a los cánones del documental ni de la ficción.

¿Por qué eligieron este modo de lanzamiento multiplataforma?

La lógica de la película nos imponía un sistema nuevo de exhibición y distribución que es muy virtuoso. La película está construida desde otros pilares, en conjunto con Netflix, Isat, Canal 9. Desde el vamos quisimos que tuviera un estreno masivo muy fuerte, casi en simultáneo con el cine, a partir de la pata televisiva y las nuevas plataformas. La idea es que tenga un piso de un millón de espectadores. Aparte tuvo un recorrido anterior por el Festival de Cine de Berlín y de San Sebastián en el Culinary Cinema, que es una muestra de películas culinarias del mejor nivel del mundo. Estuvo también en Guadalajara, Japón, Málaga, Turquía.

¿Cómo responde el público ante la propuesta?

La película genera mucha polémica, la gente se va de la sala discutiendo. Todo el mundo se siente acreditado y habilitado para opinar porque todos creen que hacen el mejor asado. Esa es la manera que tenemos de relacionarnos con el público que se repite en las otras películas también. Necesariamente, el espectador tiene que hacer cierto ejercicio una vez que termina de ver la película para completar la obra, darle sentido y tomar posición sobre lo que acaba de ver. Ahí es cuando se genera el debate y cuando surgen las cosas más interesantes. Esa fue la premisa para hacer la película: no partir ni arriesgar ninguna certeza y plantear todos los interrogantes del tema.

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